Un cuento memorable
Alejandra Pizarnik
-Esa de negro que sonríe desde la pequeña ventana del tranvía se asemeja a Mme. Lamort -dijo.
-No es posible, pues en París no hay tranvías. Además, esa de negro del tranvía en nada se asemeja a Mme. Lamort. Todo lo contrario: es Mme. Lamort quien se asemeja a esa de negro. Resumiendo: no solo no hay tranvías en París sino que nunca en mi vida he visto a Mme. Lamort, ni siquiera en retrato.
-Usted coincide conmigo -dijo-, porque tampoco yo conozco a Mme. Lamort.-Quién es usted? Deberíamos presentarnos.-Mme. Lamort -dijo-. ¨Y usted?
-Mme. Lamort.-Su nombre no deja de recordarme algo -dijo.-Trate de recordar antes de que llegue el tranvía.
-Pero si acaba de decir que no hay tranvías en París -dijo.
-No los había cuando lo dije, pero nunca se sabe que va a pasar.-Entonces esperémoslo puesto que lo estamos esperando.
yo soy yo, pero vos sos vos?
domingo, 31 de agosto de 2008
Publicado por don juan botones a las 17:59
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 puntos de vista:
AHHHHH!!!!
Dios!!
Esto es muy raro, me confuuuuunde.
¿yo tambien soy Madame Lamort? ¿Y vos Juan, sos botones?
siempre llegamos a donde nos esperan...como Mme Lamort...
beso*
Publicar un comentario